Los negocios cambiaron para siempre desde la pandemia, nadie puede negarlo, pero también la clase de criminales que tratan de hacerse con el dinero de miles de millones de personas que de forma diaria navegan la red buscando realizar distintas actividades, desde operaciones bancarias, hasta comentar la foto de un amigo que se fue de viaje.
En ese universo, donde todo se mezcla, donde existen puertas abiertas todo el tiempo invitando a que pasen desde expertos hasta algunos no muy experimentados a realizar desastres en las bases de datos de aquellas personas no preparadas. En muchos casos, sucede porque los empresarios no respetan el concepto de cyberseguridad, en otras es plena ignorancia y la actitud de pensar que nada pasará si se tiene un ordenador utilizando en esta era Windows XP y corriendo las 24 horas del día.
Claramente existen muchas pruebas que señalan que incluso los sistemas más preparados, que incluso tienen barreras físicas para interrumpir intrusos, suelen terminar cayendo de una forma u otra. Desde el famoso hackeo al sitio “Ashley Madison” en la que se reveló una enorme base de datos de personas infieles al público en general, hasta el borrado de datos de miles de empresas a lo largo del mundo, luego que no pudieran pagar las enormes cifras que piden como “rescate” los cybercriminales.
Cuestión de seguridad internacional
En este sentido, las principales agencias de cyberseguridad del mundo realizaron una compilación de las principales vías de ataque sufridas durante el 2021, y no existen muchas sorpresas. En primer lugar pusieron a los ataques de Ransomware, o programas maliciosos que aprovechan un “click distraído” para hacerse con toda la información, codificarla y luego exigir rescates (de ahí ransom), para que se liberen esos datos
También se detectó un crecimiento en el uso de las herramientas más avanzadas para crear puertas de acceso a sistemas un poco más complejos de romper. Pero también de malware más simple, destinado a emular otros programas y poder absorber ese click de un incauto. Sea como sea, siempre existen formas de hacer llegar ese programa malicioso al usuario y terminar tomando control de todos sus datos.
En ese sentido, existe toda una nueva rama de profesionales que están buscando prevenir estos ataques, y que las empresas están comenzando a tener más en cuenta a la hora de crear sus equipos de trabajo. Estos son los expertos en seguridad informática, una carrera que se puede estudiar en algunas universidades de forma tediosa durante varios años, o bien tomar una serie de cursos online sobre cyber seguridad y poder ser parte de este futuro que se está desarrollando frente a los ojos.
Es que en los próximos años, lejos de contraerse, los cyber ataques continuarán y se acentuarán tanto en cantidad como en calidad, obligando a las empresas a tener planes de contención que implican especialistas en cyber seguridad como parte del staff permanente. Se trata de una batalla constante que se llevará adelante sin que nadie del público lo note, entre aquellos que quieren hacerse con sus datos y cuentas bancarias, contra las personas que están tratando de escudar esas vulnerabilidades.